viernes, 24 de enero de 2014

Popol Vuh

El libro Popol Vuh habla sobre la creación del hombre, las maneras y las veces que fueron creados por los Quiché, así como también habla sobre la creación del cielo , de la tierra y del mundo, de los dioses que se adoraban en esos tiempos y como les gustaba ser adorados, también hablaba el corazón del cielo que era lo más importante sobre lo que creían los quiché, Prácticamente es la historia de los dioses, de los que se creían dioses y como se ponían de acuerdo para realizar al mundo así como también como mataban y engañaban a las personas hablan unas dos veces sobre destruir el mundo para matar al hombre porque este no los adoraba y habla de historias diferentes de diferentes personas con poderes distintos. La historia comienza con Los dioses Tepeu, Gucumatz y Hurakan que están hablando entre si sobre crear a alguien que habitara la tierra así que crearon la luz, la tierra que regada por el agua haría florecer árboles los cuales darían frutas y semillas, también crearon el aire, resuelto el problema de donde vivir crearon a los animales, pero al ver que estos permanecían inmóviles le dijeron para todo lo que servían y todo lo que harían durante su vida y así estos se comenzaron a mover. En el capítulo dos Nos habla sobre los hermanos vivieron en tierra Quiché los hermanos Ahpú Hunahpú y Ixbalanque quienes eran brujos y hechiceros, Xiquiripat, Cuchumaquic, Chimiabac, Chiamiaholom, Ahalmez y Ahaltoyob, seres muy malos que vivían en Xibalbá ésta era una ciudad a la cual comparaban con el infierno, les encantaba hacer sufrir a las personas con llagas y enfermedades de la sangre a los que madrugaban les ponían la cara amarilla y les quebraban la columna y así incapacitados para caminar los mandaban a las barrancas, les rompían los huesos todos menos los de la cabeza y luego los abandonaban donde nadie podía ayudarlos, los ahorcaban y les sacaban los ojos los capturaban de noche y los dejaban boca arriba para que las aves se comieran sus entrañas, pero los más malos eran Xic y Patán, ellos acorralaban a todas las persona que morían en caminos, repentinamente y a los que terminaban escupiendo sangre les apretaban la garganta y se hincaban sobre su pecho para hundirle las costillas en los pulmones. También habla de la historia de unos hermanos que amaban jugar a la pelota y los mandaron a llamar los dioses porque hacían mucho ruido y querían sus juguetes o armas con las que jugaban y por eso los retaron a jugar con ellos y dijeron que ganarían (los dioses) Posteriormente el autor nos habla de algunas aventuras desafortunadas en las que los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué enfrentaron y asesinaron a algunos humanos presuntuosos que pretendían ser dioses hasta que por fin un día decidieron labrar la tierra, ellos arreglaron todo para la milpa pero por la noche el campo fue destruido. Desesperados, la noche siguiente esperaron a ver que sucedía y descubrieron que un ratón llegaba a destruir la tierra, lo atraparon y el roedor les confesó que su abuela guardaba objetos muy especiales que no quería que ellos conocieran ni utilizaran pues temía que corrieran la misma suerte que sus padres. Se trataba de los accesorios para el juego de pelota. Los gemelos los descubrieron y sin darse cuenta comenzaron a jugar hasta que toda su alegría desbordada en el juego llegó a los oídos de los señores del Xibalbá que bajaron y los retaron a un juego de pelota que se celebraría la semana siguiente.
Los gemelos se presentaron y derrotaron a los señores del Xibalbá en el juego de pelota pero estos no se quedaron tranquilos, así que los sometieron a distintas pruebas. Primero los metieron a una choza de frío, después los enfrentaron a un gran murciélago. Los gemelos salieron con vida pero al día siguiente Ixbalanqué le pidió a su hermano que asomara la cabeza para ver si ya podían salir, cuando Hunahpú asomó la cabeza los señores del Xibalbá se la cortaron y después se la llevaron al centro de la plaza para el juego de pelota. Ixbalanqué se puso muy triste, así que le pidió ayuda a algunos animales para rescatar la cabeza de su hermano durante el juego de pelota de los señores del Xibalbá y así lo hicieron lo animales para que Ixbalanqué pudiera recuperar la cabeza de su hermano, colocarla en el cuerpo y devolverle la vida, después de revivir Hunahpú ambos gemelos salieron de aquel territorio. Poco después los hermanos predijeron su muerte; por lo tanto pidieron que al morir los arrojaran a un río cortados en pequeños trozos y así lo hicieron, los arrojaron al río y al llegar al fondo del río volvieron a tomar forme para resurgir al quinto día como dos jóvenes distintos. El final de la historia o el Capítulo final nos dice que nos presentan las generaciones y el orden de todos los reinados que nacieron con sus abuelos y sus padres así como cuando apareció el sol y la luna y al final nos dan los principios de las generaciones en orden de los reinados desde el principio de su descendencia, como fueron entrando los señores, Desde que entraron hasta que murieron y nos dice que en ese libro se manifestará la persona de cada uno de los señores del Quiché.



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