El libro Popol Vuh habla sobre la creación del hombre,
las maneras y las veces que fueron creados por los Quiché, así como también
habla sobre la creación del cielo , de la tierra y del mundo, de los dioses que
se adoraban en esos tiempos y como les gustaba ser adorados, también hablaba el
corazón del cielo que era lo más importante sobre lo que creían los quiché,
Prácticamente es la historia de los dioses, de los que se creían dioses y como
se ponían de acuerdo para realizar al mundo así como también como mataban y
engañaban a las personas hablan unas dos veces sobre destruir el mundo para
matar al hombre porque este no los adoraba y habla de historias diferentes de
diferentes personas con poderes distintos. La historia comienza con Los dioses
Tepeu, Gucumatz y Hurakan que están hablando entre si sobre crear a alguien que
habitara la tierra así que crearon la luz, la tierra que regada por el agua
haría florecer árboles los cuales darían frutas y semillas, también crearon el
aire, resuelto el problema de donde vivir crearon a los animales, pero al ver
que estos permanecían inmóviles le dijeron para todo lo que servían y todo lo
que harían durante su vida y así estos se comenzaron a mover. En el capítulo
dos Nos habla sobre los hermanos vivieron en tierra Quiché los hermanos Ahpú
Hunahpú y Ixbalanque quienes eran brujos y hechiceros, Xiquiripat, Cuchumaquic,
Chimiabac, Chiamiaholom, Ahalmez y Ahaltoyob, seres muy malos que vivían en
Xibalbá ésta era una ciudad a la cual comparaban con el infierno, les encantaba
hacer sufrir a las personas con llagas y enfermedades de la sangre a los que
madrugaban les ponían la cara amarilla y les quebraban la columna y así
incapacitados para caminar los mandaban a las barrancas, les rompían los huesos
todos menos los de la cabeza y luego los abandonaban donde nadie podía
ayudarlos, los ahorcaban y les sacaban los ojos los capturaban de noche y los
dejaban boca arriba para que las aves se comieran sus entrañas, pero los más
malos eran Xic y Patán, ellos acorralaban a todas las persona que morían en
caminos, repentinamente y a los que terminaban escupiendo sangre les apretaban
la garganta y se hincaban sobre su pecho para hundirle las costillas en los
pulmones. También habla de la historia de unos hermanos que amaban jugar a la
pelota y los mandaron a llamar los dioses porque hacían mucho ruido y querían
sus juguetes o armas con las que jugaban y por eso los retaron a jugar con
ellos y dijeron que ganarían (los dioses) Posteriormente el autor nos habla de
algunas aventuras desafortunadas en las que los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué
enfrentaron y asesinaron a algunos humanos presuntuosos que pretendían ser
dioses hasta que por fin un día decidieron labrar la tierra, ellos arreglaron
todo para la milpa pero por la noche el campo fue destruido. Desesperados, la
noche siguiente esperaron a ver que sucedía y descubrieron que un ratón llegaba
a destruir la tierra, lo atraparon y el roedor les confesó que su abuela
guardaba objetos muy especiales que no quería que ellos conocieran ni
utilizaran pues temía que corrieran la misma suerte que sus padres. Se trataba
de los accesorios para el juego de pelota. Los gemelos los descubrieron y sin
darse cuenta comenzaron a jugar hasta que toda su alegría desbordada en el
juego llegó a los oídos de los señores del Xibalbá que bajaron y los retaron a
un juego de pelota que se celebraría la semana siguiente.
Los gemelos se presentaron y derrotaron a los señores del
Xibalbá en el juego de pelota pero estos no se quedaron tranquilos, así que los
sometieron a distintas pruebas. Primero los metieron a una choza de frío,
después los enfrentaron a un gran murciélago. Los gemelos salieron con vida
pero al día siguiente Ixbalanqué le pidió a su hermano que asomara la cabeza
para ver si ya podían salir, cuando Hunahpú asomó la cabeza los señores del
Xibalbá se la cortaron y después se la llevaron al centro de la plaza para el
juego de pelota. Ixbalanqué se puso muy triste, así que le pidió ayuda a
algunos animales para rescatar la cabeza de su hermano durante el juego de
pelota de los señores del Xibalbá y así lo hicieron lo animales para que
Ixbalanqué pudiera recuperar la cabeza de su hermano, colocarla en el cuerpo y
devolverle la vida, después de revivir Hunahpú ambos gemelos salieron de aquel
territorio. Poco después los hermanos predijeron su muerte; por lo tanto
pidieron que al morir los arrojaran a un río cortados en pequeños trozos y así
lo hicieron, los arrojaron al río y al llegar al fondo del río volvieron a
tomar forme para resurgir al quinto día como dos jóvenes distintos. El final de
la historia o el Capítulo final nos dice que nos presentan las generaciones y
el orden de todos los reinados que nacieron con sus abuelos y sus padres así
como cuando apareció el sol y la luna y al final nos dan los principios de las
generaciones en orden de los reinados desde el principio de su descendencia,
como fueron entrando los señores, Desde que entraron hasta que murieron y nos
dice que en ese libro se manifestará la persona de cada uno de los señores del
Quiché.
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